11 de noviembre de 2007. Para quien no lo sepa y para quien ya no se acuerde, no es una fecha cualquiera. El 11 de noviembre de 2007 supuso un antes y un después dentro del movimiento antifascista. Tal día, hace 11 años, el partido de extrema derecha Democracia Nacional organizaba en Usera una manifestación contra la inmigración. En pleno estallido de la crisis económica, los perros de presa del capitalismo más atroz; es decir, la ultra derecha; se dejaban ver alentando el odio y la intolerancia por las calles de Madrid, ciudad estandarte de la resistencia contra el fascismo, y en un barrio con una alta tasa de población inmigrante. Ante un acto de tal magnitud, el movimiento antifascista madrileño decidió convocar una contra-manifestación para contener el odio y el miedo con el que pretendían campar los fascistas. De camino a la contra-manifestación, un militar neo-nazi llamado Josué Estébanez asesinó de una puñalada en el corazón al joven antifascista Carlos Palomino en el metro de Legazpi. Ese día cambió el devenir de muchas militantes antifascistas. Tal día significó la toma de conciencia de todas aquellas quienes queríamos acabar con la barbarie fascista.
Hoy, 11 años después, seguimos siendo conscientes de que el antifascismo no es ningún juego. El antifascismo es un movimiento político de lucha por la libertad que te puede llegar a costar la vida. Desde los partidos ultra-nacionalistas españoles; Partido Popular, Ciudadanos, Vox; todos ellos soportes del Régimen del 78, tienen como fin avivar la llama del odio. Es por ello que quienes defendemos la dignidad de nuestro pueblo, tenemos que estar preparadas ante este incremento de la ultra derecha. En Yesca sabemos que la lucha antifascista no es una moda. Que la lucha antifascista trae consigo la exposición ante las agresiones fascistas, que en ocasiones se pagan hasta con la vida. Sabemos que el antifascismo trae consigo la represión del Estado, que protege a sus cachorros con el fin de perpetuar este Régimen antidemocrático. Y es por ello que somos conscientes, que no vamos a permitir el auge de la extrema derecha en nuestros barrios, en nuestras ciudades, ni en nuestros pueblos.
Estamos seguras de que la lucha es el único camino viable para acabar con el fascismo que aún sigue presente. Es por ello que la Juventud Castellana Revolucionaria defenderá a toda costa la libertad ante su avance. Por Carlos, y por el resto de víctimas del fascismo: Lucrecia, Jimmy, Aitor Zabaleta, y muchos más nombres, que fueron personas y terminaron asesinadas por la extrema derecha.
¡Por una Castilla unida contra el fascismo!
¡En cada pueblo y en cada ciudad; ni olvido, ni perdón!
¡No pasarán!