Una vez más volvemos a encontrarnos ante el 12 de octubre, ante ese día en el que la amalgama de monarquía, españolismo, militarismo y mirada a un sangriento pasado colonialista e imperial aparece desfilando por las calles del Madrid que hace 80 años se defendió con valentía y sacrificio de, precisamente, esos valores que, materializados, hoy pisan su asfalto.
Según el Ministerio de Defensa, “la celebración del Día de la Fiesta Nacional es el día en que todos los españoles recordamos la historia milenaria del país, se valora lo conseguido juntos y se reafirma el compromiso en lo que queda por compartir. El 12 de octubre es una fiesta de unión, de hermanamiento, en la que mostramos, además, nuestro vínculo con la comunidad internacional.”; y es ahora cuando nosotros y nosotras analizamos esas palabras.
Cualquier persona con mínimos conocimientos de historia, y algo de objetividad hacia ésta, sabría que, aun considerando 1469 como la fecha de nacimiento de la nación y el Estado español al haberse producido la unión dinástica, que no política ni territorial, entre las dos Coronas dominantes en la Península Ibérica, no podríamos hablar en absoluto de “historia milenaria del país”, puesto que este hecho se produjo hace alrededor de 500 años; pero el bloque dominante español sabe que incluir este tipo de manipulaciones históricas, cosa a la que por desgracia estamos acostumbrad@s, ayuda a reafirmar la idea y concepto de nación española que se intenta imponer a los pueblos sometidos bajo el yugo del Estado español, entre los que se incluye el nuestro: el pueblo castellano.
El hecho de que el Ministerio de Defensa se refiera al 12 de octubre como una fiesta de unión y de hermanamiento es, como poco, repulsivo; esa unión de la que hablan se ha producido a lo largo de los últimos 300 años a través de la imposición más forzada gracias, precisamente, a su labor, a la labor del Ejército español que con el uso de la violencia ha bordado de sangre la actual bandera que este Estado posee como símbolo. El 12 de octubre no es el día del hermanamiento entre los españoles, el 12 de octubre es el día en el que las naciones oprimidas bajo esa cárcel de pueblos que se ha ido configurando a lo largo de las últimas tres centurias forjan más aún sus vínculos para combatir a ese enemigo común que es el capitalismo español, porque el hermanamiento del que ellos hablan no es, para nada, un sentimiento de fraternidad y compañerismo, sino un engaño que sirve para enterrar las diferentes realidades nacionales que el Estado español tanto se esfuerza en tapar y eliminar como método para permitir la continuidad del sistema capitalista y la opresión de la clase trabajadora.
Es curioso como el Ministerio de Defensa considera, no solo positivo, sino que exalta lo que ellos denominan “el vínculo con la comunidad internacional”, lo que viene a ser un bonito eufemismo para hablar de un pasado colonial e imperialista manchado de sangre indígena, especialmente amerindia. Parece también que esos ensalzamientos al “vínculo con la comunidad internacional” no son más que un sentimiento de nostalgia de la burguesía dominante hacia las políticas imperialistas llevadas a cabo en los siglos pasados, dado que finalmente resultó que si se puso el Sol. Si bien el imperialismo hoy en día continúa con su masacre de pueblos, ya no es el Estado español quién posee la hegemonía, sino que se rinde ante las injerencias de EEUU.
Como internacionalistas, cada día, y en especial cada 12 de octubre por su significado, nuestra solidaridad y hermanamiento es con el resto de naciones oprimidas por el Estado español y con toda Latinoamérica, porque fueron ya los comuneros y comuneras del siglo XVI quienes se opusieron las políticas colonialistas de Carlos V.
Por la soberanía de los pueblos y no de los imperios, sean cuales sean: ¡12 de octubre nada que celebrar!
¡Castilla libre de españolismo!