Un año más nos encontramos, este 28 de junio, en el día del Orgullo LGTB.
Como juventud diversa y combativa recogemos el legado de tantas otras personas que han luchado por la visibilización y la organización dentro de un sistema hetero-patriarcal que nos condena a la criminalización y al olvido.
Recogemos el legado de los disturbios del 28 de junio de 1969, cuando el bar Stonewall Inn se convirtió en el hito fundacional del movimiento de liberación homosexual, como primera reacción espontánea y violenta contra los abusos persecutorios de las fuerzas policiales debido a sus continuas actuaciones y redadas homófobas.
También, hablando específicamente de nuestros antepasados en nuestra tierra, recogemos el legado del Frente de Liberación Homosexual de Castilla (FLHOC), formado en 1978 por aquellos hombres y mujeres unidos por la lucha y la disidencia sexo-afectiva, por clamar justicia y derechos, por tumbar la ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social.
No podemos negar los avances de estos últimos años, sin embargo no podemos olvidar que la cuestión LGTB siempre estuvo en el último cajón de la agenda política, aunque empresas, oportunistas, desleales, partidos políticos hipócritas y estados manchados de sangre, encuentran la ocasión de blanquear su imagen con una bandera arocíris.
Esto es lo conocido como lavado rosa o capitalismo rosa.
Podemos pensar que esto favorece la imagen de la comunidad ya que significa visibilidad, pero vemos que solo beneficia a las empresas y siguen aumentando las agresiones en el grueso de la sociedad.
Convertirnos en una mercancía para el beneficio sólo nos llevará a confundir quién ejerce el poder y quién es capaz de transformar la realidad social.
Todo esto que hemos visto precisamente hace mella en el Orgullo y en esta jornada de lucha, convirtiéndolo en algo hasta festivo, cuando debe ser reivindicativo.
Se trata de recordar y recuperar el espíritu combativo de Stonewall, sobre todo este 28 de junio, fecha clave para alzarse en protesta.
Se trata de recuperar lo que pertenece a la lucha LGTB, trabajando por un Orgullo inclusivo, no mercantilizado, ni mercantilizable, ni consumible.