La crisis del Covid-19 está poniendo sobre la mesa una serie de cuestiones de forma muy clara:
Por un lado, que después de 10 años aplicándose un modelo de recortes y privatizaciones, nuestro sistema público de salud ha sufrido enormes daños que se están viendo estos días, como denuncian los propios trabajadores y trabajadoras de la sanidad pública: condiciones de precariedad, falta de personal, de camas, falta de material de protección o un enorme déficit en la capacidad para hacer pruebas a posibles infectados entre otros. Todo esto mientras que la sanidad privada, en posesión del 60% de hospitales en el Estado español y que se ha hecho de oro gracias a ese modelo, se desentiende de la situación, derivando todos los casos a la pública y manteniendo sus instalaciones sin uso. Exigimos que la sanidad privada sea intervenida y puesta al servicio de la pública, sin que haga negocio con ello en forma de compensaciones económicas. Pedimos dotar de los recursos necesarios a la sanidad pública no sólo para mejorar la intervención a los enfermos, sino también poniendo el foco en proporcionar al personal sanitario aquel material que se requiera para protegerse y evitar casos como el de la enfermera recientemente fallecida en Bizkaia. Desde aquí mandamos todo el apoyo a su familia, amigos y compañeras. También denunciamos la falta de medios en las residencias geriátricas, donde nuestros ancianos y ancianas están muriendo contagiadas ante la falta de recursos y lo tarde que se han empezado a aplicar medidas.
iMás recursos para las trabajadoras de la sanidad pública!
También queremos denunciar que el Gobierno, desde el pasado sábado, haya instaurado un desproporcionado estado policial y de militarización en nuestros pueblos, barrios y ciudades. Entendemos las medidas de confinamiento y distanciamiento social, aunque lleguen dos semanas tarde, pero, ¿qué sentido tiene sancionar, reducir y humillar a personas que se encuentran por la vía pública mientras se permite que masas de trabajadores continúen yendo a su puesto de trabajo y, en el caso de las grandes ciudades, hacinados en un transporte público que recorta sus servicios estos días? Al virus no se le va a parar con porras y metralletas. Es un error normalizar la ocupación de nuestras calles por parte de los cuerpos represivos, que lejos de contener la epidemia, de esta forma toman una posición ventajosa ante posibles estallidos sociales en el transcurso de la crisis y después ella.
Y si hablamos de represión, no podemos pasar por alto la situación de los y las presas en cárceles y CIEs que, con las actuales circunstancias, se vuelve aún más dramática: casos de contagio entre los internos con poca o ninguna asistencia sanitaria, ausencia de medidas de prevención, falta de información, aislamiento total o deportaciones. iExigimos que se respeten los derechos humanos de los presos y las presas!
iQue no utilicen la crisis para legitimar su represión!
Tampoco podemos olvidarnos de todos aquellos trabajadores y trabajadoras que, como mencionábamos con anterioridad, se siguen jugando la vida acudiendo a su puesto de trabajo pese al estado de alarma.. Para frenar los contagios y proteger la salud de la clase trabajadora es urgente un parón general de la producción no imprescindible. Es la clase trabajadora una vez más la que se tiene que plantar para parar la producción y proteger su salud y la de su entorno, como ha pasado estos días en la fábrica de IVECO en Valladolid o en la Mercedes en Vitoria. En otras industrias como la Firestone o la Ubisa en Burgos la plantilla también está en proceso de conseguir echar el cierre, idesde aquí les mandamos todo el apoyo!
Exigimos además que se obligue a las empresas (en especial las grandes empresas y multinacionales) a cumplir con su supuesta labor social y que sigan pagando el salario a sus trabajadores. Por desgracia, esta no parece la línea de actuación del Gobierno, que ha aprobado una agilización de los despidos temporales en forma de ERTES (con la connivencia de patronal y sindicatos mayoritarios) junto con una bonificación a las empresas en forma de diferentes tipos de subvenciones. Ha sido cuestión de días que grandes empresas como INDITEX o Burguer King anuncien ERTES injustificados que afectan a decenas de miles de trabajadores. Se blindan los beneficios empresariales mientras se manda a la clase obrera al paro a cobrar el 75% de su salario y siendo el Estado, con dinero público, el que se haga cargo de los salarios durante la crisis, ahorrándose estas empresas millones de euros.
iAntes nuestra salud que sus beneficios!
iViva la lucha de la clase obrera!
Por otro lado, es urgente implementar medidas económicas sociales: se deben dejar de pagar las hipotecas y los alquileres, así como se deben garantizar los suministros básicos de agua, luz, gas y telecomunicaciones. Además, se debe garantizar una renta básica para todas las personas que se encuentran en situación de desempleo no remunerado o cuya remuneración no es suficiente para mantener unas condiciones de vida digna. Aunque en el paquete de medidas aprobado el 17 de marzo por el Gobierno español parecen reflejarse parte de estas demandas, desde los movimientos sociales y sindicatos de la vivienda se tiene claro que son insuficientes y ambiguas: las condiciones de renta que se han establecido para beneficiarse de las ayudas dejan fuera a gran parte de la clase trabajadora, no se han suspendido los pagos de alquiler ni, en definitiva, se han garantizado unas condiciones dignas para las clases populares. Hablan de unos 17.000 M de euros para gasto social mientras se van a inyectar más de 100.000 M a las empresas. Viendo lo insultante que resulta la diferencia de cifras, unido a cómo se están aplicando las medidas, nos tememos que una vez más la oligarquía, a través del Régimen del 78 y su gobierno, pasará la crisis viendo intactos sus beneficios, mientras se atenta directamente contra los intereses de la clase trabajadora.
iSuspensión de alquileres YA!
iPlan de choque social REAL YA!
Por suerte el pueblo siempre va pasos más allá de las instituciones y, especialmente en situaciones como la que vivimos, es cuando mejor se ve materializada la frase “Sólo el pueblo salva al pueblo”. A lo largo y ancho de Castilla están surgiendo multitud de redes de solidaridad y apoyo mutuo vecinales. Las vecinas se están organizando para ofrecer diversos tipos de ayuda, desde recados a ancianos hasta cuidado de niños, asesoramiento laboral o apoyo a mujeres víctimas de violencia machista. Desde Yesca nos sentimos orgullosas de la respuesta solidaria que está teniendo nuestro pueblo y animamos a toda la juventud castellana a participar en estas redes de solidaridad y organizarse para crearlas en su barrio o pueblo. No podemos abandonar a nuestras vecinas a su suerte por la negligencia de las instituciones. Desde las instituciones ya se está tratando de silenciar y de reprimir a las vecinas de estas redes solidarias. A la vez, tenemos que asistir con asco y vergüenza a que Díaz Ayuso catalogue como “Grandes” a los nazis asesinos del Frente Atlético tras ofrecerse como voluntarios para vigilar las calles, cuando hace una semana se pavoneaban como “Irresponsables ATM” viajando en masa a Liverpool. Hay cosas que no cambian nunca. Como decía Bertolt Brecht: “No hay nada más parecido a un fascista que un burgués asustado”.
iContagia solidaridad de clase!
Aprovechamos la oportunidad para saludar a los miembros de la Casa Real, que han aprovechado la ocasión para intentar pasar desapercibidos ante los nuevos casos de corrupción que les salpican de lleno. Nos muestran una vez más su naturaleza parasitaria por la que viven a costa de las clases populares. Las vecinas han hablado claro desde sus ventanas, cacerola en mano: iel pueblo ni os quiere ni os necesita! Saldremos adelante a pesar de vuestra existencia y de vuestros incalculables desfalcos a las arcas públicas cuyos estragos podemos ver claramente estos días.
iNi virus, ni coronas!
iTodo el patrimonio de la Casa Real para la sanidad pública!
Antes de despedirnos, queremos aprovechar para mandar un gran saludo de gratitud al pueblo chino y al pueblo cubano por la inestimable ayuda que están ofreciendo a tantos países del mundo en estos momentos complicados, demostrando un admirable compromiso internacionalista, frente a la política de cierre de fronteras, de negocio farmacológico y de sálvese quien pueda que están llevando a cabo EEUU y la UE. Parece que al final la historia sí que está absolviendo a unos y condenando a otros, a los ojos de los pueblos del mundo.
iLa solidaridad es la ternura de los pueblos!