Comunicado de la Plataforma en apoyo a los encausados de Altsasu de Madrid.
La represión contra un grupo de jóvenes de Altsasu por haber participado en una trifulca a altas horas de la madrugada con unos miembros de la Guardia Civil es un episodio más de los montajes políticos, jurídicos y mediáticos a los que desgraciadamente nos estamos acostumbrando en este Estado que se autodenomina “democrático” y “de derecho”, pero que pretende acallar cualquier viso de contestación social manteniendo de paso la mayor impunidad hacia sus agentes.
En este sentido el hecho de que sean juzgados bajo la surrealista acusación de terrorismo, por la Audiencia Nacional, tribunal especial heredero del Tribunal de Orden Público, ilustra suficientemente sobre la extensión que el llamado derecho penal del enemigo, según el cual se aplica distinta vara de medir según la procedencia geográfica y las convicciones ideológicas que el poder supone a los acusados, está alcanzando en estas tierras. El encarcelamiento de tres de los acusados, aludiendo a un genérico riesgo de fuga cuando han comparecido voluntariamente cada vez que han sido citados, denota como el poder judicial se pliega como un lacayo a los deseos represivos del Estado, jaleados por la caverna mediática.
No debemos olvidar la tradición que la Guardia Civil tiene en nuestro pasado reciente y más aún en una tierra como Nafarroa, con episodios de personas asesinadas, desaparecidas, torturadas, con la más absoluta impunidad, ni que precisamente dichas actuaciones, que se reproducen al menos desde los años 30 del pasado siglo hasta nuestros días, hayan generado un debate sobre la salida de la benemérita de ese territorio, con pronunciamientos en ese sentido de varios ayuntamientos.
Tampoco puede ser casualidad que, hace pocas fechas, una emisora de televisión haya emitido una serie en la que ensalza a los Guardias Civiles de Intxaurrondo, condenados algunos de ellos por torturas y asesinatos. En Madrid ya sabemos bastante, por desgracia, de montajes policiales, casos como el de Alfon, Nahuel, etc., ponen de manifiesto como el abuso y la represión golpea en todos los territorios de este Estado ensañándose especialmente sobre la juventud rebelde. Mostramos nuestra solidaridad y apoyo a los jóvenes de Altsasu no solo por sentido de la justicia, sino porque este caso obedece a la misma dinámica represiva que ataca a la disidencia en todos los pueblos del Estado español.