Buenas a todos y a todas. Gracias a todas las personas que han vuelto a Villalar y, a las que vienen por primera vez, bienvenidas.
Hace poco terminábamos de conmemorar el 500 aniversario de la revolución comunera, y como de aquellos barros, estos lodos, hay muchas similitudes de por lo que venían luchando los y las comuneras y por lo que actualmente luchamos; aunque, más que similitudes, nos une la voluntad.
Esta mañana recordábamos a ese ejército comunero, también recordábamos a esas guerrillas antifranquistas que tanto nos dejaron y de las que hoy, más que nunca, debemos dar ejemplo.
Actualmente, la juventud vivimos una situación devastadora, con una tasa de paro juvenil de más de un 30%, sumado a unas condiciones laborales que empeoran cada día y a una inestabilidad que nos ahoga.
Siendo el suicidio la primera causa externa de muerte entre la juventud, todo ello provocado por el empeoramiento condiciones de vida a las que nos exponen, a la inepta gestión de la COVID 19 por parte del gobierno y a la carestía de la vida, la cual como jóvenes estamos viéndonos obligados a sufrir como los que más. Porque estas muertes tienen culpables, no invertir en recursos de salud mental, culpabilizar de irresponsabilidad o hablar de generación de cristal, son todas excusas para lavarse las manos ante esta situación tan grave.
Como juventud revolucionaria que trabaja por y para su pueblo, en el acto político de Villalar del año pasado presentamos el inicio de la campaña: Contra la degradación de nuestros barrios, la juventud pasa a la acción: “Sal de la rueda”. Para Yesca, salir de la rueda implica ser rupturistas con el régimen del 78, el cual alimenta el capitalismo y nos ofrece una vida llena de miseria. Esta será nuestra campaña inicial estratégica para este y los siguientes cursos políticos. En esta campaña trabajamos en diferentes ámbitos, los cuales creemos que son de extrema importancia para la juventud:
- El turismo y la gentrificación. Porque nos echan de nuestros barrios, poniendo precios de alquiler inalcanzables mientras nos ofrecen falsas ayudas para blanquear este empobrecimiento. También nos echan de nuestros pueblos, negando cualquier oportunidad de desarrollo (crecimiento y empoderamiento) en ellos.
- Señalamos el desmantelamiento de los servicios públicos a través de leyes que privatizan la sanidad, la educación, las pensiones, el transporte… Desmantelamiento con el que nos están matando, y del que son culpables tanto los gobiernos regionales como en el gobierno estatal, que es cómplice de todo esto.
- Ocio juvenil. Las únicas alternativas de ocio que nos dan son a través del consumismo, al más puro interés capitalista, ofreciéndonos casas de apuestas donde endeudar a la juventud, y a través del consumo de drogas y el narcotráfico. A esto se suma la delincuencia juvenil, el blanqueamiento que se hace desde algunos sectores a las bandas, y el desalojo de centros sociales como la Molinera. Centros que son espacios seguros, pulmones democráticos, lugares donde encontrar ocio alternativo y escuela, muy necesarios para todos los movimientos y organizaciones que tenemos la pretensión de cambiar la sociedad. Gracias a La Molinera por estos casi 5 años de lucha colectiva.
Vamos a luchar por mejorar las condiciones del conjunto de la clase trabajadora, por otro modelo donde no salgamos perdiendo.
No podemos dejar de señalar el proceso de aceleración que estamos viviendo en el mundo a nivel global, y cómo frente a esto la juventud debemos estar sensibilizada y concienciada, ya que la guerra es algo que nos afecta y nos afectará de primera mano. El gobierno del progreso los aliados del régimen, nos han metido de cabeza en una guerra cuyas consecuencias están siendo y van a ser catastróficas para todo el mundo. No creemos que la solución frente a la guerra sea apoyar a la OTAN ni mandar armas a Ucrania, lo que sí que creemos es en los intereses que tienen países imperialistas como Estados Unidos, y sabemos que no van a parar ellos ni sus aliados. El capitalismo, actualmente, es un animal herido, un animal dando coletazos, no por ello hay que prestarle menos atención, porque los golpes que va a dar son golpes mortales, en su lucha por sobrevivir.
Si hablamos de guerra, también tenemos que hablar de la guerra contra las mujeres. Una guerra iniciada por el patriarcado hace milenios, y que actualmente sigue apoyando tanto éste como el neoliberalismo más brutal. No nos dejemos engañar por discursos que aparentan ser transgresores o liberadores, la única respuesta contra esta guerra es el feminismo, y el sujeto político de esta lucha somos las mujeres. La entrada de la ley solo sí es sí y la ley trans es un ataque directo hacia nosotras, nos intentan borrar del mapa y nos ponen en el punto de mira de la culpa, haciéndonos creer que tenemos algún privilegio por el hecho de ser mujer, cuando cada día vemos que somos asesinadas en todas partes del mundo. Además, tenemos que soportar que nuestros cuerpos sean concebidos como pura mercancía y objetivizados en distintos ámbitos de nuestra vida, para acabar creyendo que adoptar la feminidad es lo único que puede hacer más liviana nuestra opresión; aunque, en realidad, sigue siendo una cárcel. La feminidad y la masculinidad, el género, no son más que herramientas del patriarcado para subyugar nuestras vidas y nuestros cuerpos. No son identidades, son cárceles que deben destruirse para que podamos ser libres de imposiciones retrógradas y sexistas. Compañeras, llevamos años siendo señaladas como culpables de todo, esto no nos va a amedrentar.
Es necesario hablar en términos objetivos y ser concretas. Nunca nos ha gustado que nos vendan humo, tampoco que nos vendan eslóganes mediante los que desvían toda la atención a uno de los verdaderos culpables de todo esto: el capitalismo. Como socialistas, debemos estar a la altura, y estar a la altura no implica mirar desde arriba, si no mancharse de barro. Estar con las personas, con la gente del barrio y de los pueblos, con las trabajadoras, con los estudiantes, con las mujeres, con las que sufren todas estas consecuencias de haber intentado barrer debajo de la alfombra. En definitiva, contribuyendo a la articulación del movimiento popular y siendo referencia para la juventud.
En palabras de Fidel Castro:
“Creer en los jóvenes es ver en ellos, además de entusiasmo, capacidad; además de energía, respon-sabilidad; además de juventud, ¡pureza, heroísmo, carácter, voluntad, amor a la Patria, fe en la Patria! ¡Amor a la Revolución, fe en la Revolución, confianza en sí mismos, convicción profunda de que la juventud puede, de que la juventud es capaz; convicción profunda de que sobre los hombros de la juventud se pueden depositar grandes tareas!”
Llevamos ya 30 años en la lucha, se dice pronto; desde aquí, queríamos dar las gracias a esas compañeras y compañeros que vieron necesario iniciar esto, que supieron leer y analizar lo que ocurría y que vieron que la mejor respuesta era organizarse. Gracias a las Juventudes Castellanas Revolucionarias.
Por todo esto, compañeras y compañeros, vamos a seguir luchando, vamos a seguir dotando de herramientas, siendo bisagra y dando todo de nosotros y nosotras. Y que nunca diga el pueblo que nos echamos atrás. El futuro es nuestro.
Volverán a crepitar las llamas comuneras, ¡Castilla y su juventud se vuelve a levantar!
¡VIVA CASTILLA FEMINISTA Y SOCIALISTA!
¡VIVA EL MOVIMIENTO POPULAR CASTELLANO!