Castilla no se quema.

Nuestros montes, nuestros prados y nuestros bosques, nuestra tierra manchada por la sangre y el sudor de las manos de nuestr@s antepasad@s que han dado su vida por trabajarla, y por la que luchamos por nuestra libertad, está siendo quemada.

En estas últimas semanas estamos sufriendo la derrota de una batalla perdida por el fuego, enemigo con el que no contamos para nuestra lucha y aun así actúa contra nosotr@s.

Incendios como el de Yeste, Arribes del Duero, Campillo del Altobuey asolan nuestros montes y pueblos castellanos. Sin esclarecer todavía causas exactas de los incendios, pero contando con pruebas suficientes como la rapidez y avance con la que se proclamó, podemos llegar a la conclusión de que han sido provocados con un aparente grado de “profesionalidad” y estudio del terreno y meteorología de la zona. Prueba de ello es el incendio de Arribes del Duero (Zamora) en el que se han observado dos puntos de inicio simultáneo con una distancia de dos kilómetros y medio entre ellos, ambos orientados a la zona de mayor facilidad de propagación formando un mismo frente y poniendo en peligro la pedanía de Fonfría y sus 135 habitantes.

Estos incendios han obligado a evacuar a multitud de vecin@s, como en el caso de Yeste (Albacete) en el que multitud de pedanías han evacuado a casi 500 personas, de las cuales tan solo 126 han sido alojadas en instalaciones y alojamientos de las localidades de Yeste y Molinicos.

No sabemos el por qué de estos incendios, pero sí sabemos que tras muchas de estas escenas tan duras se encuentra un fin especulativo. La ley de montes presentadas por el PP alimenta los incendios con fines especulativos y urbanísticos al permitir la construcción en zonas quemadas mostrando un escaso nivel de planes gestión forestal.

A todos estos problemas se le suma la sequía que estamos sufriendo en los últimos meses, situación que por desgracia se repite habitualmente cada verano. Sequía que afecta a embalses y pantanos, y que está potenciada por el negocio del agua con obras como el trasvase Tajo-Segura, construido con un gran fin político y económico que deja nuestros pueblos sin agua para beneficiar los bolsillos de quienes tienen en sus manos el poder, y llevar nuestra agua a grandes complejos como el de Marina d’Or.

Todos estos días hemos estado escuchando esta información bajo una fina capa de ignorancia y desentendimiento de lo que verdad importa, nuestra tierra, nuestro ecosistema por el que estamos viv@s y que, si seguimos maltratando, acabaremos destrozando. Pero parece que lo único que de verdad nos importa son el fútbol y Cristiano, la salida de un jugador de un equipo o dónde van los reyes a veranear… pura charlatanería de medios que tienden un velo ante noticias tan importantes como el cierre de la central nuclear de Garoña, o las pérdidas naturales provocadas por un incendio que afecta a personas, a la fauna y a nuestra flora.

Con nuestra tierra no se juega. Castilla no se quema.