Texto de análisis de la situación política elaborado en octubre del 2012.
Hace unas semanas, analizábamos la importancia de potenciar dos convocatorias que iban a ser fundamentales para el avance del movimiento popular en Castilla. Habiendo transcurrido ambas, queremos hacer una breve valoración de las mismas así como aportar nuestra visión para ayudar a contextualizar el momento en el que estamos.
La convocatoria frente al Congreso del 25-S ha sido histórica, no tanto por su ubicación (esto es en lo que más hincapié hizo la prensa) como por su contenido. El hecho de que un gran número de personas luchadoras -muy especialmente en Madrid- asuman las acertadas bases sobre las que se sostiene la movilización de aquel día, se nos antoja como un gran refuerzo ideológico para los movimientos populares preexistentes, que tenían sus lógicas carencias. El hecho de que, a pesar de toda la satanización y represalias que ha sufrido el movimiento, aparezcan encuestas que afirman que la inmensa mayoría de la ciudadanía está de acuerdo con los motivos del 25-S, supone un enorme respaldo para la gente organizada en pos de un cambio de sistema. El endurecimiento del código penal para manifestantes, la prohibición de denunciar públicamente los métodos utilizados por los antidisturbios o la represión de aquel día y los que siguieron, son una muestra más de la debilidad de un régimen que tiene pánico a la democracia, pero no debe distraernos de los objetivos principales que persigue la convocatoria. Queda patente, después de las movilizaciones de esta semana y la oposición a los Presupuestos, que esta lucha no hará sino intensificarse en los próximos tiempos y que en ella echaremos toda la carne al asador.
La movilización del 11×12 ha sido, a nuestro juicio, un éxito. No tanto por los números, que han sido muy dignos, como por el carácter de la convocatoria, la primera surgida e impulsada por parte de las organizaciones de los pueblos. Se profundiza con esta movilización el camino de la colaboración más sostenida entre colectivos que siempre hemos tenido importantes sinergias, y que reivindicamos sin tapujos que nuestra pluralidad social, cultural, lingüística… solo es equiparable a nuestro internacionalismo de clase. El Sindicato de Estudiantes, colectivo equivalente a CCOO y UGT en cuanto a su tradición desmovilizadora del movimiento estudiantil y a su reformismo, ha hecho todo lo posible por boicotear la jornada de lucha del 11 de octubre, incluyendo maniobras tan rastreras como enviar cartas a los institutos declarando la inexistencia de una convocatoria para ese día. No es de extrañar que, de nuevo, los medios se desviviesen dando toda la cobertura imaginable a su discurso y convocatorias, pese a su más que cuestionable implantación en nuestros centros de estudio; esto responde exclusivamente al interés de la cara progresista del Régimen de potenciar cualquier iniciativa que pueda hacer sombra a las planteadas por las organizaciones rupturistas y con proyecto, como se viene viendo de un tiempo a esta parte. En este sentido, queremos agradecer a l@s compañer@s de CEA en Salamanca, AEI de Ponferrada, AEI-AEU de León, Plataforma Estudiantil de Burgos, Colectivo Estudiantil de Ciudad Real y a los colectivos que han conformado la Plataforma Movilizadora 11×12 de Madrid, el haberse sumado a la movilización del 11×12 y haber desechado la convocatoria de quienes solo están para lavar la cara del PSOE. Que el 11×12 fuera un éxito en Castilla se debe en buena medida a su apoyo y dedicación.
Dicho esto, ¿Qué nos espera para los próximos meses?
Tras las recientes elecciones en Galicia y en la Comunidad Autónoma Vasca, y a expensas de los que ocurra el mes que viene en las catalanas, se plantea con más fuerza que nunca la cuestión plurinacional del Estado español. La Castilla rebelde y comunera no se puede quedar al margen de este momento histórico en el que están sobre la mesa dos proyectos antagónicos en torno a la cuestión nacional: por un lado, la recentralización y el españolismo del bloque dominante, que nunca ha querido entender la pluralidad del Estado; por otro, la construcción de la soberanía de los pueblos y la exploración de vías diferentes a la España única y gris, siempre vendida a los intereses del capital especulativo. Castilla, como pueblo, siempre ha contado con una desventaja para su reconocimiento nacional, que es a su vez nuestra mejor baza: nunca hubo burguesía castellanista, y la burguesía que hubo en Castilla siempre apostó, sin fisuras, por la cacareada marca España. Esto tiene visos de seguir siendo así, lo que de momento permite a las clases populares castellanas monopolizar este proyecto radicalmente opuesto al que nos tiene reservado el PPSOE. En nuestras manos, las de la juventud, está dar una respuesta como pueblo a los cementerios nucleares, a los trasvases, a Eurovegas, a la emigración forzosa y al paro, a la decadencia eterna del medio rural, a la destrucción del tejido productivo, a la privatización de nuestro sistema educativo, etc.
El derecho de autodeterminación no es constitucional, dicen los partidos del Régimen y sus tertulianos profesionales; y tienen toda la razón, pero el problema no está en la posibilidad de que los pueblos avancen en su soberanía, sino que lo encontramos en la propia Carta Magna. La Constitución, ese documento salido de los turbios momentos conocidos como Transición, no puede ser la cadena que ate nuestras aspiraciones democráticas en el Siglo XXI. Este documento está a todas luces obsoleto y su única utilidad a día de hoy es servir de escudo legalista al régimen para mantener blindado el actual orden de las cosas: monarquía irreversible, España indivisible, capitalismo indiscutible. Es por eso que las demandas de un modelo no borbónico, del derecho de autodeterminación y de una economía del pueblo y para el pueblo, que no caben en su constitución, generan tantos dolores de cabeza entre las filas del bipartito y sus apoyos mediáticos.
Tenemos frente a nosotr@s unos tiempos aún más duros, pero tiempos de aprender, organizarnos, aportar todo lo que podamos al movimiento popular en su maduración y plantar batalla. Aunque hemos planteado la necesidad de construir alternativas a los senderos marcados por el oficialismo, no podemos dejar pasar la próxima convocatoria de Huelga General del 14 de noviembre; ésta es la realidad en Castilla por el momento, y hay que estar a la altura de las circunstancias participando de manera crítica. Como siempre, una Huelga que está planteada tarde y mal por dos sindicatos que tienen una legitimidad cada vez más reducida entre l@s trabajadores/as, pero que entusiasmará a la inmensa mayoría de la gente que en Castilla participa en la luchas contra las políticas del régimen. Por su parte, las movilizaciones estudiantiles seguirán siendo una constante este año, y nuestro objetivo será impulsarlas en lo posible con todas las herramientas a nuestro alcance.
Es hora de mantener elevado el ánimo y las expectativas de victoria, sabiendo donde estamos. Es hora de creer en nuestras posibilidades, en las posibilidades del pueblo y de la juventud. Es hora de pasar a la acción.