El sector de los teleoperadores y la atención telefónica lleva décadas siendo diana de la precariedad laboral y de infames condiciones laborales. El gremio de las teleoperadoras y teleoperadores tiene tres características principales.
La principal: es un sector que por la aparente innecesidad de formación previa se ha utilizado como coladero de la clase trabajadora más vulnerable dentro de mercado laboral: migrantes, mujeres, jóvenes.
En segundo lugar este sector genera unas condiciones laborales que afectan a corto, medio y largo plazo a la salud y el bienestar de quienes la ejercen: interminables jornadas sentados en minúsculos boxes frente al ordenador, una enorme presión por cumplir los objetivos de ventas y de llamadas, y la desvalorización de un trabajo en el que a menudo el trato con clientes, usuarias, o receptores de servicio exige un enorme esfuerzo de empatía y un desgaste cotidiano.
En tercer lugar, gran parte de los servicios de teleoperación corresponden a subcontratas, filiales, ETTS, dependientes de grandes multinacionales proyectando un sistema de explotación capitalista internacionalizado. Lo vemos claro en fenómenos como la deslocalización, las formas precarias de contratación, por no hablar de los propios servicios, muchas veces más cerca de la estafa ciudadana que de ofrecer un servicio digno. Caso flagrante es el de las empresas de telecomunicaciones, suministros o el acoso de las entidades bancarias.
Pero no debemos olvidarnos de las compañeras que trabajan en servicios tan esenciales como la teleasistencia a personas mayores o víctimas de violencia de género, al fin y al cabo, pilares básicos de los servicios públicos que se presuponen de un estado del bienestar y que en la mayoría de los casos están externalizados.
Por todas estas razones la juventud castellana y revolucionaria no puede no implicarse y apoyar a las compañeras y compañeros del sector en su lucha por la dignificación de su trabajo a través de un convenio colectivo que afecta a más de 80.000 trabajadoras y trabajadores del sector y que lleva siendo boicoteado desde hace meses por la patronal con la inestimable ayuda de un marco de derechos laborales cada vez más desregularizados, gracias a las últimas reformas laborales. Esperemos que los sindicatos estén a la altura de la negociación colectiva. Nosotras y nosotros, los jóvenes castellanos estaremos siempre del lado de la clase trabajadora.
CAPITALISMO ES PRECARIEDAD.
LA JUVENTUD CASTELLANA CON LA LUCHA DE LOS TELEOPERADORES.