Villalar 2022. Acto político.

Buenos días, compañeros, compañeras:

Desde Yesca, hemos entendido y entendemos el día 23 de abril, día nacional de Castilla, no como una feria, una simple verbena o el día en el que los políticos autonómicos de turno vienen a hacerse la foto, sino como una fecha con carácter combativo, en la que reivindicar nuestra tierra y nuestra lucha, además de conmemorar a aquellos comuneros que ya hace más de 500 años demandaban justicia frente a las tropas imperiales de Carlos V.

Siempre hemos acudido a esta fecha, a este lugar, junto con el resto de compañeros del Movimiento Popular Castellano para poner de manifiesto las problemáticas que sufre la Juventud y el pueblo trabajador castellano.

Hoy, una vez más, denunciamos la situación precaria a la que estamos abocados los jóvenes con la crisis que comenzó en el 2008 y que a día de hoy arrastramos, la enorme dificultad para acceder a un puesto de trabajo justo y digno, así como a la universidad, además de la falta de recursos para los servicios públicos, sanidad, educación; o el abandono intencionado del medio rural. Todas estas causas ya venimos denunciándolas desde hace años y, echando la vista para atrás, no nos equivocábamos.

Queremos señalar, a su vez, la violencia que el patriarcado ejerce sobre las mujeres y nuestros cuerpos, y cómo la alianza de éste con el capitalismo y neoliberalismo hace que cada vez las mujeres estemos más invisibilizadas, se comercialice con nuestros cuerpos y se nos despoje de los derechos y libertades que a día de hoy se han conseguido. Seguiremos incansables en esta lucha, clamando que no todo vale, y que sin abolicionismo no hay feminismo.

No se nos puede olvidar el intento de ilegalización de los compañeros de Izquierda Castellana, la no-legalización de la fundación Doris Benegas y el acoso constante al MPC por parte del Régimen del 78, que, en vez de hundirnos o empequeñecernos, no ha hecho más que fortalecernos.

Queremos mandar un abrazo fraternal a La Traba, desalojada en noviembre, a la Molinera y su resistencia frente a los fondos buitres y a todos esos espacios autogestionados que son herramienta trasformadora de la sociedad y punto de encuentro de los jóvenes y movimientos sociales. Se ha demostrado de sobra y se sigue demostrando que la juventud necesita alternativas reales fuera de lo institucional, y que con audacia, inteligencia y compromiso militante esas alternativas llegan. No pararemos de reclamar que en cada barrio, cada pueblo y ciudad haya no 10, ni 100, sino 1000 centros sociales.

Denunciamos, además, la brutal represión que se ejerce contra nosotras. Tanto dentro como fuera de Castilla, el Estado español reprime brutalmente a la juventud militante y comprometida, como el caso de Alfon en 2014 o las compañeras de Vallekas contra Vox; nuestro compañero detenido hace 2 años y que está a espera de juicio, o los dos compañeros de La Molinera detenidos en las últimas semanas; y los casos de Marcel y Chema, que han sido condenados a casi 5 años de prisión, el primero y 2 años y dos meses, el segundo. Sabemos que no son los únicos, y por ello desde aquí, a toda la juventud que lucha y es reprimida por ello, desde Yesca todo nuestro apoyo, cariño y solidaridad internacionalista.

Tras las declaraciones de Sánchez, ponemos también el foco en el Sahara, que ya fue abandonado a su suerte por el Estado en 1975 y ahora de nuevo, declarando que sea una autonomía de Marruecos. Es ciertamente vergonzoso, compañeras, que un pueblo que lleva luchando más de 40 años por su liberación, sea abandonado y humillado de esta manera.

Con la guerra de Ucrania y el auge del nazi-fascismo, vemos claramente cómo el bloque occidental subyugado a EEUU con la OTAN pretende callar a las regiones de Donbass y su resistencia antifascista, así como imponer su orden mundial, cueste lo que cueste y con las consecuencias que sean necesarias. Recordad que el gasto militar en el que está inmerso el Estado, más de 14.000 millones de euros, podría utilizarse para los servicios públicos o para que la juventud no se viera condenada a la precariedad. Ante la guerra, son sus intereses, pero recordemos que los muertos son los nuestros. Por ello os invitamos a acudir a todas las movilizaciones y actos convocados por la plataforma OTAN NO y seguir gritando No a la guerra.

Finalmente este año, desde Yesca, queremos aprovechar Villalar para presentaros públicamente la campaña en la que llevamos tiempo trabajando y pronto verá la luz.

El desempleo en Castilla es un problema estructural que se ha cronificado en las últimas décadas. La tasa de paro a nivel estatal está en 13,33%, y en el caso de la juvenil es de 29,8%, muy por encima de la media europea. Y cómo no, las mujeres volvemos a superar en 2,9 puntos porcentuales a nuestros compañeros varones. Esta situación de precariedad se ha visto agravada aún más por la inflación, que en Castilla ya alcanza el 9,9%, lo que ha supuesto que aumente aún más la carestía de la vida, ese incremento en el precio de productos de primera necesidad, siempre a beneficio del capital y sus proyectos, que precarizan aún más la vida de la gente del común, como son un aumento en un 6,9% en el precio de la alimentación, los combustibles un 83% o la electricidad en un 107,8 %. Todo esto se traduce en que con un sueldo de 1.000 € podemos comprar lo mismo que el año pasado podíamos adquirir por aproximadamente 910€. Una diferencia de 90€ , en un solo año, en la vida de la clase trabajadora. Este aumento generalizado de los precios en bienes de primera necesidad no se está viendo acompañado de aumentos en los salarios en la misma proporción: los precios siguen subiendo pero nuestros salarios no. Nuestros empleos no solo están mal remunerados, sino que también son menos estables, y de ahí que encontremos una alta tasa de temporalidad del 25,4% , problema que se acentúa en la caso de la juventud e imposibilita que podamos planificar nuestro futuro, ni siquiera a medio plazo, y nos empuja a la precariedad.

Con los últimos acontecimientos de la guerra en Ucrania y la aún activa pandemia, se le han vuelto a ver las costuras al sistema. El neoliberalismo, corriente más perversa del capitalismo, siempre nos vendió que la especialización del territorio en hacer aquello que a cada Estado se “le da mejor” sería la llave de la abundancia, pero este modelo no ha traído más que la subida de precios de las materias primas, de los productos de primera necesidad y por tanto el encarecimiento de la vida cotidiana. Por ello, nos plantamos y decimos que este no puede ser el modelo para nuestra tierra, porque el no tener una economía sólida y una soberanía propia, nos lleva a situaciones de completa indefensión frente a la escasez o el conflicto externo. Lo vimos con la pandemia, cuando apenas teníamos algo tan básico como las mascarillas, y ahora con el incremento del precio del aceite y el trigo.

Ahora más que nunca toca luchar por defender los servicios públicos y la vida de la gente del común, que vamos a ser los mayores perjudicados de esta crisis. Porque esta crisis no la pagaremos, otra vez, ni con sanidad, ni con educación, ni con la pensión del jubilado, ni con el empleo de los jóvenes o el sueldo de los trabajadores. Empecemos a trabajar y sigamos organizándonos; Castilla y su juventud rebelde decimos basta y nos volvemos a levantar.

Por una Castilla libre y comunera.

Castilla se vuelve a levantar.

Viva Castilla.