Hoy, como cada año, acudimos a Villalar para dar continuidad al hilo morado de nuestra historia, y rendimos homenaje a aquellas personas que dieron sus vidas tanto en este pueblo, como a lo largo y ancho de Castilla, por defender los derechos y libertades del pueblo castellano frente a Carlos V y sus vasallos. El 23 de abril es un día de reivindicación para todos los castellanos y castellanas, simboliza el anhelo de un pueblo por su libertad y soberanía.
“Juventud que no es rebelde, no merece ser llamada juventud”, y ser rebelde para nosotras conlleva un compromiso ineludible con el conjunto de la sociedad. Estamos viviendo unos momentos críticos, y de nosotras y nosotros depende aprovechar al máximo la situación para transformar la realidad. Si la juventud explosiva organiza su potencial, siendo parte de un proyecto político más amplio, con objetivos claros y firmes, podemos construir un futuro justo.
Las consecuencias de las crisis económicas cíclicas del sistema capitalista, las pagamos la clase trabajadora. La carestía de la vida, materializada en subidas desorbitadas del precio de los productos básicos y de la vivienda, y unida a las precarias condiciones laborales, ha agudizado aún más las desigualdades sociales. La juventud, pese a tener más facilidades para acceder a estudios superiores en comparación con las generaciones anteriores, encuentra más dificultades para acceder al mercado laboral, conseguir trabajos estables y un salario que le permita vivir de forma digna.
Nuestra tierra se ve desprovista de los recursos necesarios para crear puestos de trabajo que nos permitan mantenernos en nuestras ciudades de origen; y las zonas rurales son vistas como meras colonias de interior, a merced de los intereses y caprichos del capital. En cuanto a la juventud, sólo el 15% de la población total de municipios rurales medianos y pequeños son jóvenes de entre 15 y 29 años. Éstos migran a las ciudades buscando una mayor oferta educativa, mejores servicios y empleos mejor remunerados. Por otro lado, la devaluación del sector primario, eje central de la economía en estas zonas, nos deja unas cifras del 35% de la población rural en riesgo de pobreza.
La hegemonía político-económica de Estados Unidos y sus lacayos occidentales se acerca a su ocaso, y el modelo de un mundo multipolar parece una realidad cada vez más factible. El sistema capitalista atraviesa la mayor crisis estructural de su historia, con evidentes problemas en todos los ámbitos, y nos arrastra hacia una guerra global. Ya sabemos que aquellos que la dirigen y orquestan no se preocupan por las consecuencias humanas de sus decisiones, ya que la clase trabajadora, y en especial su juventud, es quien pone los muertos. La guerra aniquila, en gran medida, las posibilidades de un futuro para los jóvenes que son enviados al frente, y como es nuestro futuro el que está en juego, es también nuestro papel formar parte y ser el motor de un movimiento contra la guerra, aunque cada vez parezca más difícil frenarla. Aprovechamos para mandar toda nuestra solidaridad y apoyo al pueblo palestino, que resiste firmemente contra el sionismo y son un ejemplo de lucha y dignidad.
Es importante mencionar la situación a la que nos enfrentamos las mujeres; en las crisis se agudizan las violencias estructurales, entre ellas y especialmente las que nos afectan. El sistema prostitucional no pierde la oportunidad de captar mujeres y niñas en situación de vulnerabilidad; han vuelto a salir noticias de menores, supuestamente tuteladas por servicios sociales, que fueron inducidas a la prostitución, y recientemente salieron otros datos escalofriantes: las agresiones sexuales a menores han aumentado un 55,1% en cinco años, siendo el agresor, en casi el 80% de los casos, cercano al entorno de la víctima.
Se nos presenta una época difícil, pero somos conscientes de que cada situación de crisis nos brinda también oportunidades, y por ello debemos contribuir al fortalecimiento del movimiento popular. Desde Yesca, como juventud castellana revolucionaria, buscamos contribuir a la construcción de una Castilla socialista porque estamos firmemente convencidos de que es la única vía hacia un futuro para nuestro pueblo, y seguimos avanzando en el proceso. “Que nunca nos diga el pueblo que nos echamos atrás, si la suerte nos faltara el valor no ha de faltar”
¡VIVA CASTILLA SOCIALISTA, FEMINISTA Y COMUNERA!