Buenos días comuneros y comuneras. Una vez más, como cada 23 de abril, nuestro día nacional, volvemos a Villalar para reivindicar la lucha histórica de nuestro pueblo. Volvemos a Villalar como punto de apoyo desde el que coger nuevo impulso para continuar luchando. Aquí volvemos a encontrarnos con compañeros y compañeras y también, tenemos la oportunidad de conocer a otras nuevas para quienes, este año, es su primer Villalar. A todas ellas, bienvenidas.

Otra vez, en este Villalar de 2025, la Junta vuelve a tratar de debilitar y eliminar ésta fecha marcada en nuestro calendario. En esta ocasión realizando una exorbitada inversión para conciertos descentralizados. Una vez más la juventud comunera vuelve a gritar desde la campa “Ama Castilla, odia a la Junta”.
La situación global tal y como venimos señalando desde años atrás, es la de la agudización de la crisis del capitalismo occidental, acompañada de la creciente espiral bélica en la que se han embarcado nuestros estados.
Esta situación, como no puede ser de otra manera, nos afecta como clase y, sobretodo, nos golpea como juventud trabajadora. Nuestras condiciones de vida son cada vez más precarias y las perspectivas de futuro no parecen mejores. Los jóvenes sufrimos cada vez más trabajos precarios, nos es prácticamente imposible acceder a una vivienda digna, vemos como privatizan servicios públicos vitales como la sanidad y la educación o cómo se incrementan los problemas de salud mental a nuestro alrededor. Todo esto es una pequeña parte de nuestro día a día, en contraste, con los beneficios, cada vez mayores, de las empresas y los especuladores.
A la vez se produce también el auge de ideologías reaccionarias e individualistas y por ello, queremos recordar y reivindicar, proyectos nacidos desde lo colectivo en los que la juventud tuvo desde el inicio un papel protagónico como son el CSO La Molinera en Valladolid o el CSO La Atalaya en Vallekas, ambos desalojados por representar una realidad alternativa a su barbarie.
Desde Yesca seguiremos abogando por estos espacios para la organización juvenil y el ocio alternativo, además de continuar organizándonos por construir el socialismo en Castilla como única vía para alcanzar una sociedad sin desigualdades.
La escalada bélica que presenciamos en la actualidad está siendo impulsada por los estados occidentales, y como no podía ser de otra forma, el Estado español, fiel sirviente del imperialismo otanista, entre ellos.
Queremos aprovechar este espacio para solidarizarnos y mostrar nuestro firme apoyo al heroico pueblo palestino y al conjunto de la resistencia antisionista, así como al resto de pueblos que luchan decididamente contra el imperialismo.
Nuestro papel ante esta situación como juventud revolucionaria, debe ser el de confrontar y denunciar por todos los medios a nuestro alcance esta espiral bélica ya que somos los jóvenes quienes sufriremos directamente las consecuencias más atroces de otra guerra imperialista. Por ello, animamos a la juventud a organizarse para seguir fortaleciendo al movimiento popular, como ya ocurrió con la creación de numerosas asambleas estudiantiles durante las acampadas por palestina, con el fin de evitar la guerra o, si esto no fuese factible, vernos en las mejores condiciones posibles para que la clase trabajadora y su juventud salgamos victoriosos de ella. El internacionalismo basado en el respeto a la soberanía de los pueblos debe ser el pilar fundamental sobre el que trabajar.
Esta crisis también nos afecta como pueblo. A Castilla la han convertido en una colonia de interior arrebatándole su soberanía y la capacidad de decidir sobre sí misma. Gran parte de nuestro territorio ha sido vaciado sistemáticamente a lo largo de los años, y estas extensas áreas vaciadas se han convertido para el capital en un recurso muy tentador y valioso en el que poder implementar toda clase de proyectos agresivos como por ejemplo las macrogranjas, los megaparques eólicos y solares o las plantas de biogás. Todo esto sumado a la falta de servicios y oportunidades hace que gran parte de la juventud se vea obligada a emigrar. Por lo tanto continuaremos trabajando por un futuro digno para nuestros pueblos y su juventud, porque aquí no se rinde nadie, aquí luchamos y aquí nos quedamos.
Es nuestro deber como revolucionarios y revolucionarias recuperar el legado comunero y luchar por la soberanía para Castilla y sus gentes, construyendo el país que necesitamos, donde nadie sea más que nadie y donde los interese del común están por encima de los particulares.
Como bien sabemos las crisis y las guerras suponen un especial retroceso en los derechos de las mujeres. Esta vez no será diferente. El auge del machismo y el negacionismo del mismo está poniendo en riesgo a todas ellas.
Sin la emancipación de las mujeres no habrá emancipación ni de nuestro pueblo ni de nuestra clase, por ello es nuestro deber como juventud militante estudiar y combatir las viejas y nuevas formas que el patriarcado, en alianza con el capital, utiliza para someter a las mujeres. Seguiremos luchando por la abolición del género, la pornografía, la prostitución y toda forma de opresión hacia las mujeres.
Ante un mundo en crisis al que parece no haber alternativa, queremos reivindicar la organización revolucionaria como base desde la que construir un nuevo mundo a través de la humildad, la disciplina militante, el sacrificio, el compañerismo, el aprendizaje colectivo y la autocrítica.
Animamos a toda la juventud que no quiere conformarse con migajas a dar el paso y organizarse con nosotras. Porque si el mundo actual no nos ofrece un futuro, la juventud revolucionaria construirá uno nuevo.

¡Por una Castilla libre, socialista y feminista!
¡Viva la juventud rebelde!