6D – Ruptura. Ni reformas ni migajas.

El decadente Régimen del 78 ha recibido una pequeña bocanada de aire que le ayudará a sostenerse erguido, aunque durante un breve periodo de tiempo. Al igual que el campechano monarca, cada vez tiene menos capacidad de permanecer de pie por sí solo y las muletas que le ayudan a hacerlo se convierten en indispensables. El adelanto electoral y la reciente investidura como presidente del gobierno de Pedro Sánchez constituyen una pequeña prórroga a la “estabilidad” del Estado español y, aunque pretendan hacer creer que todo sigue un guión establecido y controlado, la realidad es bien distinta.

La situación política en el Estado español es, a todas luces, síntoma de debilidad del mismo. Los dos bloques que se han creado, enmarcados ambos dentro de los límites del propio régimen al que representan, tienen cada vez más dificultades para mantener en el redil a la mayor parte de la población. La asimilación por parte del Régimen del 78 de partidos y personalidades que en algún momento le fueron hostiles y defendían la vía de la ruptura, muestra la gran capacidad de persuasión y versatilidad del mismo. Aun así, lejos de solucionar los grandes retos a los que se enfrenta –por ejemplo la cuestión catalana-, esta táctica sólo pospondrá brevemente y de manera limitada el avance del movimiento popular en los diferentes pueblos del Estado, incluida Castilla.

El Régimen del 78, representado hoy por el gobierno del PSOE y sus “muletas”, es totalmente incapaz de satisfacer las necesidades de las clases populares a las que dice representar. Desde Yesca venimos evidenciando en diferentes campañas el aumento de la carestía de la vida y de la cada vez más complicada situación de precariedad a la que nos vemos empujados y empujadas. En este contexto la juventud se ve especialmente afectada, imposibilitando construir nuestro futuro y afectando gravemente a nuestra salud mental.

Por su parte, la institución monárquica se encuentra en plena decadencia desde hace años, aunque pretendan ocultarlo con estrategias cada vez más absurdas. El lavado de cara de la princesa, que durante meses ha protagonizado los telediarios con el seguimiento exhaustivo de su formación militar junto a las revistas del corazón especulando acerca de sus tramas amorosas son buenos ejemplos de ello. Incluso algunos del bando más progre se han atrevido a tildarla de “feminista”. Sin embargo, pese a todas estas tácticas, el Régimen monárquico cuenta cada vez con menores apoyos en la sociedad, lo cual quedó perfectamente retratado durante la jura de la Constitución de la princesa el pasado 31 de octubre, donde, a pesar de los esfuerzos del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid por promover la asistencia a tal acto, pudimos ver una Puerta del Sol prácticamente vacía. La comparativa de ese mismo lugar durante las últimas semanas con miles de personas concentradas en solidaridad con Palestina demuestran, una vez más, el ánimo de nuestro pueblo por avanzar hacia un sistema más justo e igualitario.

Otra gran muestra de debilidad, aunque pudiera parecer lo contrario, es el aumento del carácter represor del Estado. Hace años que desde Yesca y el conjunto del Movimiento Popular Castellano señalamos esta situación. El desalojo del CSO La Molinera en Valladolid o el caso judicial al que se enfrentó nuestro compañero Pablo, del que por cierto tuvo que ser absuelto, son algunos ejemplos de cómo les inquieta la juventud combativa y organizada dispuesta a romper con sus normas y a construir un futuro diferente al que nos imponen.

La única garantía de continuidad que tiene actualmente el Régimen del 78 es su utilidad, o más bien su servilismo incondicional, al bloque occidental cumpliendo sin rechistar las órdenes que le llegan aún a costa del bienestar de aquellos a quienes dicen representar. Un ejemplo de esto que comentamos es el total alineamiento con la política criminal del bloque angloamericano y su brazo armado, la OTAN, dejándose arrastrar hacia una escalada bélica de la que los pueblos del mundo poco o nada podemos sacar. Muestra de esto es el incremento del gasto en Defensa, con un 26% más de presupuesto que el año pasado, o el apoyo incondicional de la continuidad y la propaganda en la guerra contra Rusia.

Aun así, ni siquiera el bloque occidental con los EEUU a la cabeza podrá sostenerlo mucho tiempo, pues este está empantanado tratando de resolver sus propios problemas encontrándose en un claro declive como única potencia mundial.

Nos encontramos de nuevo ante dos opciones: resignarse y tragar con el Régimen del 78 y el expolio al que nos somete como pueblo y como clase por los siglos de los siglos o contribuir a la construcción, fortalecimiento y organización del movimiento popular en Castilla. Nosotras lo tenemos muy claro.

¡Tumbemos el Régimen!

¡Por una Castilla libre, republicana y socialista!